Seguid la paz con todos, y la santidad,
sin la cual nadie verá al SEÑOR.
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de DIOS;
que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe,
y por ella muchos sean contaminados;
no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú,
que por una sola comida vendió su primogenitura.
Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición,
fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento,
aunque la procuró con lágrimas.
Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar,
y que ardía en fuego,
a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,
al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba,
la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,
porque no podían soportar lo que se ordenaba:
Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;
y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo:
Estoy espantado y temblando;
sino que os habéis acercado al monte de Sion,
a la ciudad del DIOS vivo, Jerusalén la celestial,
a la compañía de muchos millares de ángeles,
a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos,
a DIOS el Juez de todos,
a los espíritus de los justos hechos perfectos,
a JESUCRISTO el Mediador del Nuevo Pacto,
y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
Mirad que no desechéis al que habla.
Porque si no escaparon aquellos que desecharon
al que los amonestaba en la tierra,
mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
La voz del cual conmovió entonces la tierra,
pero ahora ha prometido,
diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra,
sino también el cielo.
Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles,
como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
Así que, recibiendo nosotros un Reino inconmovible,
tengamos gratitud,
y mediante ella sirvamos a DIOS agradándole,
con temor y reverencia;
porque nuestro DIOS es fuego consumidor. AMÉN.
MEDITEMOS UNIDOS: La paz y la santidad son los vehículos para ver a DIOS, las bendiciones así se anhelen con lagrimas, son dadas por YAHWEH a quien su misericordia revele.
La oportunidad para el arrepentimiento la entregó JESUCRISTO en la cruz del calvario, convirtiéndolo DIOS a ÉL, en el ÚNICO MEDIADOR para el nuevo pacto,porque el primer pacto fue con Adán y se invalidó por el pecado de desobediencia.
La raíz de amargura en el corazón del hombre, desaparece la gracia de DIOS, y no solo se perjudica el que tiene la raíz de amargura, sino todos aquellos que están cerca,se duelen con él. La amargura aleja de la presencia de DIOS, y no disfrutan de las cosas inconmovibles del Reino.
La oportunidad para el arrepentimiento la entregó JESUCRISTO en la cruz del calvario, convirtiéndolo DIOS a ÉL, en el ÚNICO MEDIADOR para el nuevo pacto,porque el primer pacto fue con Adán y se invalidó por el pecado de desobediencia.
La raíz de amargura en el corazón del hombre, desaparece la gracia de DIOS, y no solo se perjudica el que tiene la raíz de amargura, sino todos aquellos que están cerca,se duelen con él. La amargura aleja de la presencia de DIOS, y no disfrutan de las cosas inconmovibles del Reino.
OPCIÓN: Una mala decisión lleva a un acto equivocado, que se interioriza y estando en el corazón produce tristeza y frustración,que al no ser pesado con la palabra para ser desechado, se repite. La opción siempre es llevar todo pensamiento a la obediencia en JESUCRISTO y pesar nuestros actos a través de la verdad en la Sagrada Escritura, para que esta equivocación sea tomada como una experiencia vivida, corregida y desechada.
BUENA ACTITUD: Sirvamos al PADRE con temor y reverencia, con reconocimiento a su grandeza y majestad, porque el temor de DIOS trae explicita la obediencia a su instrucción y la reverencia el convencimiento de que es sabio y bueno.
BUENA ACTITUD: Sirvamos al PADRE con temor y reverencia, con reconocimiento a su grandeza y majestad, porque el temor de DIOS trae explicita la obediencia a su instrucción y la reverencia el convencimiento de que es sabio y bueno.
RESULTADOS: Sabiduría Divina, que no permite que en nuestro corazón haga nido la amargura, porque puede que vengan momentos duros, muy duros, pero de ellos aprenderemos, maduraremos el carácter, JESUCRISTO como único mediador ante el PADRE, nos ayuda, y el ESPÍRITU SANTO nuestro consolador, nos hace comprender y aprender de ello.
LA AMARGURA NO DEBE HACER NIDO EN NUESTRO CORAZÓN,
PORQUE FUIMOS LIBERTADOS YA, POR JESUCRISTO,
Y EL ESPÍRITU SANTO, NOS LIMPIA DE TODA DOLENCIA.
FELIZ DÍA, SHALOM.
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