HECHOS DE LOS APÓSTOLES
4:1 Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, (religiosos de la época)
4:2 resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en JESUCRISTO la resurrección de entre los muertos.
4:3 Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde.
4:4 Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.
4:5 Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas,
4:6 y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes;
4:7 y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?
4:8 Entonces Pedro, lleno del ESPÍRITU SANTO, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:
4:9 Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado,
4:10 sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de JESUCRISTO de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien DIOS resucitó de los muertos, por ÉL este hombre está en vuestra presencia sano. AMÉN.
SANIDAD EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO: A nivel mundial muchos son los dioses levantados por los hombres que se han dejado confundir e influenciar por las artimañas del error del Diablo, el cual valiéndose de tradiciones paganas y cultos idolátricos, lleva siglos confundiendo al ser que DIOS AMA, el hombre. Son muchos los que claman a dioses extraños por sanidades y milagros, y lo más triste es que consagran aún su propia vida a la cautividad; ahora, si es verdad que esos demonios sanan pero condicionados a la esclavitud de seguir buscando sus favores porque crean dependencia, es decir le sanan la cabeza pero después brota un cáncer, sanan el estomago pero traen aflicción al espíritu, y así intercambian el afligir constantemente al hombre, que fué hecho a semejanza del DIOS VIVO, y para quien DIOS quiere lo mejor.
LA SANIDAD VERDADERA sin pedir intercambio de nada, la da JESUCRISTO, el cual está vivo, sentado a la diestra del DIOS PADRE, como nuestro único mediador e intercesor. JESUCRISTO nos ama y quiere que vivamos en victoria continua, pero el Diablo estableció una guerra de altares desde hace muchos años, la cual perdió con JESUCRISTO cuando ÉL resucitó, pero con los hombres si ha tenido eco, y si no lo has visto, mira cuanto caos existe en la tierra, porque muchos religiosos dan honor a los demonios y no al DIOS VERDADERO, al sanador, a JESUCRISTO.
La SANTA BIBLIA es un libro sagrado de revelación de DIOS, y desde el Génesis hasta el Apocalipsis nos muestra la libertad en JESUCRISTO, primero como promesa y después por el cumplimiento de la promesa.
DECISIÓN PERSONAL: ¿Quieres la sanidad en tu cuerpo y en tu alma? Si tu respuesta es SI, determina a partir de hoy, adorar en espíritu y en verdad a DIOS, al que es digno de recibir la gloria, JESUCRISTO. El ESPÍRITU SANTO nos da convicción en nuestro espíritu de que JESUCRISTO es real, y nos enseña el camino en que debemos andar.
OREMOS: DIOS HE PECADO CONTRA TI, PERDÓNAME CUANDO EN POS DE DIOSES EXTRAÑOS ME HE IDO, CONFUNDIDO POR TRADICIONES MUNDANAS Y POR ESO CLAMO PARA QUE ME AYUDES A CREER EN JESUCRISTO, ÉL ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, ES EL SALVADOR DE MI ALMA.
EL ESPÍRITU SANTO ES MI AYUDADOR, MI CONSOLADOR Y QUIEN SIEMPRE ME GUIA A TODA LA VERDAD, DIOS NO APARTES DE MÍ TU SANTO ESPÍRITU.
DIOS FORTALEZA MÍA Y CASTILLO MIO, MI REFUGIO Y MI AMPARO, ALABO TU SANTO NOMBRE DESDE AHORA Y PARA SIEMPRE. AMÉN.
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