JOB
34:32 Enséñame TÚ lo que yo no veo;Si hice mal, no lo haré más.
34:33 ¿Ha de ser eso según tu parecer?
ÉL te retribuirá, ora rehúses, ora aceptes, y no yo;
Di, si no, lo que tú sabes.
34:34 Los hombres inteligentes dirán conmigo,
Y el hombre sabio que me oiga:
34:35 Que Job no habla con sabiduría,
Y que sus palabras no son con entendimiento.
34:36 Deseo yo que Job sea probado ampliamente,
A causa de sus respuestas semejantes a las de los hombres inicuos.
34:37 Porque a su pecado añadió rebeldía;
Bate palmas contra nosotros,
Y contra DIOS multiplica sus palabras. AMÉN.
MEDITEMOS EN LA VIDA DE JOB: Lo que DIOS permitió que llegara a la vida de Job, fué para que Job entendiera del AMOR DE DIOS; en el capítulo 1 del libro de Job leemos como Satanás se presenta ante DIOS y pide a DIOS que quite el cerco de protección sobre la vida de Job; con el permiso de DIOS, Satanás toca sus bienes, su familia, su salud, pero no le es permitido tocar su alma, porque era ella la que aprendería y entendería sobre el AMOR DE DIOS. Se confirma en el capítulo 42 del libro de Job, donde su declaración nos muestra claramente un cambio de actitud, dice que hablaba lo que no entendía, cosas demasiado maravillosas para él, que no comprendía, sus ojos ahora veian la intención de amor de DIOS y por eso dice "me arrepiento en polvo y ceniza", humillado ante la presencia de DIOS.
En el texto del capítulo 34, Eliú, un amigo de Job, habla e instruye sobre el clamor que se debe levantar a DIOS, un clamor con la disposición de entender lo que en circunstancias difíciles no se puede ver, para que DIOS nos enseñe si hemos hecho mal y tomaremos la determinación de no hacerlo más.
Hablar con Sabiduría Divina, es fruto del AMOR DE DIOS en el espíritu de la persona, porque su entendimiento hacía la circunstancia que se está viviendo trae conocimiento de verdad, justicia y juicio. El compromiso de restauración de DIOS está ligado al perdón, porque el perdón de DIOS se concede en proporción con el perdón que los hombres se conceden mutuamente, leemos en el capítulo 42 que DIOS quitó la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos y aumentó al doble todas las cosas que habían sido, Mateo 6: 12, 14, 15 "6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro PADRE CELESTIAL;
6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro PADRE os perdonará vuestras ofensas.
Mateo 18: 32-35 "18:32 Entonces, llamándole su Señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
18:33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
18:34 Entonces su Señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
18:35 Así también MI PADRE CELESTIAL hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas".
EL QUE PERDONA HA ENTENDIDO SOBRE EL AMOR: Cuando no hay perdón queda vigente una deuda espiritual, que de no cancelarse tiene consecuencias naturales para la vida del deudor. Por eso es importante que entendamos que por AMOR, JESUCRISTO perdonó todas nuestras deudas espirituales, nos limpió EL JUSTO para justificarnos ante DIOS y reconciliarnos con ÉL, para que caminemos en su justicia; y es a partir de ese momento, que al necesitar perdón de deudas, el perdón de cada deuda concedido por DIOS, se concede en proporción con el perdón que los hombres nos concedemos mutuamente. Perdonar a otro, hace que no permanezcan, ni se establezcan ligaduras de maldad.
DECISIÓN PERSONAL: El perdón se concede así la persona no cambie, es decir que continua hablando o actuando de la misma manera, recuerda que es un acto de obediencia a DIOS para lograr que se de rompimiento espiritual de ligaduras de maldad, ya que al conceder el perdón, la persona que perdona y el que es perdonado, quedan libres de cualquier estigmatización, que marca, afrenta y deshonra. Tomar la decisión de perdonar nos autoriza a continuar en el crecimiento espiritual con la comunión con DIOS, en la unidad del ESPÍRITU SANTO.
OREMOS: PADRE NUESTRO, LEVANTO CLAMOR DELANTE DE TU PRESENCIA, PARA PEDIR QUE TRAIGAS A MEMORIA LO QUE DEBO PERDONAR Y A QUIEN DEBO PERDONAR. QUIERO CONTINUAR CRECIENDO EN TÍ Y QUE TUS PALABRAS SIEMPRE ESTÉN VIVAS EN MÍ, PARA NO ESTAR CON LIGADURAS DE MALDAD EN MI ALMA Y QUE LA VOZ DE TU CONSEJO SEA CLARA A MI MENTE Y PUEDA SEGUIR EN LA LIBERTAD QUE CRISTO ME REGALÓ. AMO TU PRESENCIA Y ME DELEITO EN ELLA. AMÉN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tus comentarios aquí.