SALMOS 119
119:81 Desfallece mi alma por tu salvación,
Mas espero en TU PALABRA.
119:82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra,
Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
119:83 Porque estoy como el odre al humo;
Pero no he olvidado tus estatutos.
119:84 ¿Cuántos son los días de tu siervo?
¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
119:85 Los soberbios me han cavado hoyos;
Mas no proceden según tu ley.
119:86 Todos tus mandamientos son verdad;
Sin causa me persiguen; ayúdame.
119:87 Casi me han echado por tierra,
Pero no he dejado tus mandamientos.
119:88 Vivifícame conforme a tu misericordia,
Y guardaré los testimonios de tu boca. AMÉN.
EL SEÑOR DIOS Y PADRE es el ÚNICO que vivifica al hombre, no importa cual sea la condición en la que una persona se encuentre, DIOS al clamor por el dolor de alguien, extiende su mano y su oído atiende.
El Salmista David esta declarando al SEÑOR la aflicción de su alma y su confianza en el PODER DE LA PALABRA DE DIOS, porque estaba siendo perseguido y se sentía acorralado y asfixiado por los soberbios.
Hemos estudiado sobre los soberbios y en la actualidad pueden haber muchos, porque el dios de este siglo, el diablo, ha cegado el entendimiento de muchos para que no les resplandezca la luz del evangelio, endureciendo sus corazones para que no le crean a la PALABRA DE VERDAD y se muevan en la intriga, la cizaña, la envidia, la contienda, la ira, el enojo, el irrespeto, la búsqueda del beneficio propio, la vanagloria de la vida, volviéndose las actitudes predominantes que las personas ven como una salida para lograr lo que se proponen, dañando el diseño perfecto de DIOS.
DECISIÓN PERSONAL: Guarda tu corazón de ir en dirección equivocada, pues DIOS a prometido a todo aquel que le busca, que su consejo estará en el, y la parte que nos corresponde hacer a nosotros es meditar en su palabra de verdad para que limpie nuestro corazón y estemos atentos y la pongamos por obra.
SI TE HAS SENTIDO ACORRALADO Y ASFIXIADO, ORA CON NOSOTROS PARA QUE RECIBAS FORTALECIMIENTO:
OREMOS: SEÑOR MI DIOS, MI CONSOLADOR Y MI AYUDADOR, EN TI HA REPOSADO MI ALMA, VIVIFICAME EN TU VERDAD, PARA QUE EN LOS MOMENTOS EN QUE EL SOBERBIO SE LEVANTE CONTRA MI, PUEDA ESTAR YO FIRME EN TU PALABRA POR EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO, PARA QUE LOS QUE SIN CAUSA ME PERSIGUEN PUEDAN SER CONFUNDIDOS Y SE DESVÍEN HACIA OTROS LUGARES, PERO QUE TU SIERVO PERMANEZCA FIRME EN EL FUNDAMENTO DE TU VERDAD, EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO.
PADRE TU ERES LA FORTALEZA PARA MI VIDA, MI AUXILIO, MI CONSUELO, AMEN.
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