Devocional Diario: 17 DIOS NOS AMA

DIOS NOS AMA y nosotros necesitamos aprender a amarlo también y no se ama a quien no se conoce.

Conocer a DIOS puede ser muy fácil o muy difícil, depende de la actitud en cada uno, vamos a aprender; ¿por qué es fácil o muy difícil?:

La Santa Biblia nos enseña algunas causas de la FALTA DE SUEÑO Y DESCANSO:
SEGUNDA: La inquietud de nuestro espíritu, el abatimiento en el alma.
La tristeza es una emoción básica que permite expresar un sentir del alma, originado por alguna circunstancia, y se manifiesta en situaciones de pérdida, como un mal negocio, la muerte de un ser querido, el amigo que te falla, una traición de amor, etc; mientras que el abatimiento del alma es una depresión sin causa, que puede agrupar un sin número de tristezas no procesadas, no superadas, no trabajadas y la voluntad está debilitada. La medicina puede controlar el alma abatida pero no sanarla jamás, por eso hay personas que se esclavizan a los medicamentos para poder dormir.
Sólo DIOS sana el alma abatida cuando el espíritu es direccionado por ÉL.  

Cantares 5:2-6
5:2 Yo dormía, pero mi corazón velaba. 
Es la voz de mi amado que llama: 
Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, 
Porque mi cabeza está llena de rocío, 
Mis cabellos de las gotas de la noche. 
5:3 Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir? 
He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar? 
5:4 Mi amado metió su mano por la ventanilla, 
Y mi corazón se conmovió dentro de mí. 
5:5 Yo me levanté para abrir a mi amado, 
Y mis manos gotearon mirra, 
Y mis dedos mirra, que corría 
Sobre la manecilla del cerrojo. 
5:6 Abrí yo a mi amado; 
Pero mi amado se había ido, había ya pasado; 
Y tras su hablar salió mi alma. 
Lo busqué, y no lo hallé; 
Lo llamé, y no me respondió. AMÉN. 
Daniel 2:1-3
2:1 En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño.
2:2 Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey.
2:3 Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño. AMÉN.