Conocer a DIOS puede ser muy fácil o muy difícil, depende de la actitud en cada uno, vamos a aprender; ¿por qué es fácil o muy difícil?:
2 PUNTO- La instrucción de parte de DIOS siempre busca bendecirnos para que seamos de bendición, por eso es que hay ocasiones en las que se hace tan complicado entenderlo, porque lo que hacemos no lo entendemos porque nosotros mismos no nos conocemos y tampoco conocemos todo nuestro entorno, pero DIOS si nos conoce plenamente, y DIOS también conoce todo, no hay nada oculto para ÉL; DIOS si sabe desde nuestro interior la diferencia entre la instrucción que proviene de la carne y la que proviene del espíritu.
Lo que proviene de la carne es resultado de vivencias, experiencias, lo que percibimos con los sentidos y que nos ha gustado o no nos ha gustado, también las iniquidades y malas actitudes reposan allí cuando no han sido desarraigadas.
Lo que proviene del espíritu es sabiduría, entendimiento de lo Divino y se recibe del ESPÍRITU SANTO que nos revela la verdad de todo lo que nos rodea, de lo que ha pasado, de lo que está pasando y de lo que ha de venir, y tiene el diseño y el propósito de bendecir, porque DIOS TODO LO SABE Y CONOCE.
Por eso la conclusión es que la de la carne la gran mayoría de las veces nos pone en riesgos, problemas, llevando a incertidumbre, pero lo del espíritu nos edifica y nos lleva a victorias continuas, porque trae PAZ.
ROMANOS
7:14 Porque sabemos que la instrucción es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
7:15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.
7:16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la instrucción es buena.
7:17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
7:21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
7:22 Porque según el hombre interior, me deleito en la instrucción de DIOS;
7:23 pero veo otra instrucción en mis miembros, que se rebela contra la instrucción de mi mente, y que me lleva cautivo a la instrucción del pecado que está en mis miembros.
7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
7:25 Gracias doy a DIOS, por JESUCRISTO SEÑOR NUESTRO. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la instrucción de DIOS, mas con la carne a la instrucción del pecado. AMÉN.
OREMOS: PADRE NUESTRO ABRE NUESTRO ENTENDIMIENTO PARA QUE OBREMOS SEGÚN TU INSTRUCCIÓN Y NO SEAMOS GUIADOS POR LA NATURALEZA CAÍDA QUE ESTÁ EN LA CARNE, PARA QUE MORE EN NOSOTROS LA JUSTICIA Y LA VERDAD, Y SE APARTE TODO DESEO DE LA CARNE QUE NOS DAÑA. EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO HACEMOS ÉSTA ORACIÓN CREYENDO QUE SEREMOS GUARDADOS POR TU INFINITO AMOR. AMÉN.
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