miércoles, 24 de abril de 2013

Devocional Diario: 3 LA DISCIPLINA

2 TIMOTEO
2:19 Pero el fundamento de DIOS está firme, teniendo este sello: Conoce el SEÑOR a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de CRISTO.
2:20 Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.
2:21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al SEÑOR, y dispuesto para toda buena obra.
2:22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al SEÑOR.
2:23 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.
2:24 Porque el siervo del SEÑOR no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
2:25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá DIOS les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,
2:26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él. AMÉN.


Cuando decidimos ser disciplinados, sensibilizamos nuestra alma a la instrucción. La mente es el lugar donde se toma la decisión y de allí se interioriza esa firmeza al alma.
El sello de DIOS, es que el SEÑOR conoce a los suyos.
Con la disciplina espiritual permanecemos limpios de todo engaño e inmundicia, seremos instrumentos para honra, útiles a DIOS, por la disposición sana cimentada en el amor.

La disciplina debe hacerse vida, porque así mantendremos apercibidos. 
No podemos esperar a tener que corregir, cambiar, considerar, establecer, cuando estamos en el problema, o en la angustia, o en la indecisión, o en el callejón sin salida, porque se hará más lenta la solución, al tener que desaprender lo equivocado y aprender de lo sano. 
Con la disciplina continua llegará el momento de corregir, cambiar, considerar, establecer, y el ESPÍRITU SANTO nos dará la salida, la oiremos, la entenderemos, la veremos y avanzaremos.
Cuando nuestra actitud disciplinada es de congregarnos, orar, hacer los devocionales diarios, ayunar, vigilar, permaneceremos nutridos, y estaremos limpios de la insensatez y la necedad, porque tendremos una convicción firme que se reflejará por nuestras palabras y actos.

DECISIÓN INDIVIDUAL: Debe desecharse toda cuestión necia e insensata, porque todo eso genera contienda, pleitos, iras, disensiones. La disciplina espiritual nos dará el ser amables para con todos, siendo aptos para enseñar a otros, en la unidad de la FE.
CUANDO EL ESPÍRITU SANTO REVELA EL SACERDOCIO, LAS MARCAS SON VISIBLES Y ES CONFIRMADO EN EL CORAZÓN DE LAS PERSONAS, AL PERCIBIRLO Y SENTIRLO, POR LA PAZ QUE DIOS IMPARTE.
CONSEJO: Toda palabra y actitud que tengamos para con los demás debe ser correcta, debemos entender que no siempre la persona estará con la actitud y la disposición para atenderla; pero no por eso nos cansemos de hacer el bien, porque somos sembradores, pero el crecimiento es dado por el ESPÍRITU SANTO, que todo lo conoce.

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