jueves, 12 de febrero de 2015

Devocional Diario: SE TERMINA LA MALDICIÓN -Parte 4

SOMOS HIJOS DE DIOS Y NO DEL CASTIGO:
Efesios 2: 3
entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Efesios 5: 6
Que nadie os engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de DIOS viene sobre los hijos de desobediencia

Colosenses 3: 6-8
cosas por las cuales la ira de DIOS viene sobre los hijos de desobediencia,
en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. AMÉN.

El alimento espiritual recibido del ESPÍRITU SANTO DE DIOS, hace que los deseos de la carne desaparezcan, porque la carne se llena de vicios y los vicios son malos hábitos que nos llevan a errar, esas malas prácticas deterioran nuestro ser, por eso como siervos de DIOS te exhortamos para que busques el alimento espiritual y así tu carne se disciplina y obedece a los principios y fundamentos de la PALABRA DE DIOS, también se recibe alimento espiritual cuando nos congregamos con otras personas con el mismo sentir, en la unidad de la FE, por la revelación del ESPÍRITU SANTO, ya que es PAN de vida y nos ayuda a permanecer en la disciplina de la búsqueda de DIOS.
He aprendido que a DIOS se le busca porque nosotros SIEMPRE necesitamos de ÉL, y cuando el desanimo hace presencia el esfuerzo debe manifestarse.
Cuando entendamos que DIOS debe formar parte de nuestra vida:
1- La oración fluye
2- El leer la SANTA BIBLIA será diario.
3- Anhelamos llegar a cada reunión con otros llamados santos para seguir renovando nuestro entendimiento.
DIOS debe ser para nosotros como el aire para los pulmones que genera el buen funcionamiento de los pulmones; como la sangre que bombea vida al corazón, como el alimento que nutre el cuerpo y cuando no lo tenemos no somos capaz de continuar.
Cuando logramos entender estas cosas, podremos decir con certeza que ANDAMOS EN BENDICIÓN y que la maldición se terminó porque JESUCRISTO NOS HIZO LIBRES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tus comentarios aquí.